1 year, 11 months ago
Hablando con mi amigo Dani, me comentó que su hermana vive en Cremona. Decidimos ir a visitarla. Para el Cremona era un pueblo que no tenía mucho para conocer. Según él sería una buena idea ir
Hablando con mi amigo Dani, me comentó que su hermana vive en Cremona. Decidimos ir a visitarla. Para el Cremona era un pueblo que no tenía mucho para conocer. Según él sería una buena idea ir a partir de las 6:00 pm para comer y regresar a Milán. Por suerte le convencí de ir antes para ver todo con la luz del día. ¡Afortunadamente! Porque al llegar a Cremona nos dimos cuenta que no era una ciudad particular, una de las más acogedoras de Italia.
Su hermana con Jean, el novio, nos pasó viendo de la estación central. Y lo primero que hicimos fue caminar por la calle principal. Llegamos a la casa de Antonio Stradivari, que es un famoso violinista. ¿Entonces, Cremona es conocida porque es una ciudad de músicos? Pues Sí. Diana vivía al frente de la Casa del violinista famoso. Donde habitó desde 1667 a 1680. Ahí vivió con su primera esposa, Francesca Ferraboshchi.
Siendo ya alrededor de las 4:00 pm fuimos a la Fundación Casa Stradivari, el costo era de alrededor de 25 euros por persona. Nota: En Italia siempre tienes que comer hasta las 3:00 pm si piensas almorzar en un restaurante porque los restaurantes cierran a esa hora y vuelven a abrir tipo 6 - 7 pm.
Cuando llegamos ya eran las 4:00 de la tarde. Entonces no encontramos nada para comer, nos entretuvimos por los lugares y tiendas. El clima estaba perfecto, un otoño para nada frío o ventoso. Podrías estar en camiseta. De ahí fuimos a la plaza principal del centro. La piazza Stradivari, donde se encontraba la catedral de Cremona.
¿Y decidimos subir, EH? Por supuesto. Me encantan los lugares altos donde se pueda apreciar una hermosa vista de la ciudad. En la plaza había mucha gente as always. Fuera de la de la catedral nos compramos un helado, yo me comí un helado de pistacho con nocciola.
Compramos la entrada para el baptisterio, costaba 6 EUR por persona, pero 6 EUR te incluía subir al a la catedral también. El baptisterio era precioso. Tenía partes de oro y en la mitad una estructura única, que se iluminaba a medio día por los rayos solares. Nos tomó entre 30 y 40 minutos la visita del baptisterio.
Hora de subir a la Catedral para ver el atardecer. Pobre Dani, le tuve de camarógrafo. Estar aquí se siente como estar en una película. Saliendo de la catedral.
Finalizando el día, fuimos a una plaza donde era el museo de Stradivari Festival. Vimos la graduación de una chica. Ya nos dio la tarde y la hermana de Dani nos recomendó un lugar muy bueno para ir a comer pizza, qué famoso entre la gente de Cremona y la verdad es que estaba deliciosa. Dani se pidió una pizza de salmón y me dio un trozo
¿Y en la noche? Después de comer pizza tomamos el tren para venir a Milán e irnos de fiesta. La pasamos increíble y así se acabó la noche festejando como debe ser.
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